Protégete de la tormenta.

Las casualidades de la vida, no existen. Es como cuando de pequeño te decían que los reyes magos eran esos que hacían magia, se bebían la leche y se comían las galletas. O cuando veías una película en la que los dos protagonistas se conocían un día por la calle, y con una mirada les bastaba para saber que tenían que darlo todo para estar juntos. Hay amigos que no creen en eso. Que te ayudan a ver que no siempre es todo de color negro, pero tampoco es de color rosa. Ellos hacen que cada mañana te llegue un mensajito de: Anímate, hoy tú día va a cambiar. Y es entonces, solo entonces, cuando la sonrisa aparece sola, cuando ya no hay preocupaciones, cuando todo en tu vida desaparece como un castillo protegido por barreras de arena. Pero no se deshace de la peor manera posible. Se deshace para que el día de mañana vuelvan a animarte y tu castillo quede protegido de nuevo como antes lo estaba. Aunque no siempre es bueno estar protegido de todo. ayer alguien me enseño que no siempre debemos estar protegidos de ese mundo feo y malo. Hay que exponerse a las cosas malas que vienen por defecto en tu vida y mucho más cuando pertenece a gente que realmente te importa. No todo puede ser bueno, y los errores que cometemos son los que mas nos ayudan a afrontar lo que viene por delante.