Haz lo que te plazca, como y cuando quieras.

Por fin todo ha terminado. 

Eso es lo que dices cuando has pasado por una mala racha y la noche ha visto como has llorado realmente, y crees que te toca algo bueno por fin. Pero cuando recibes un whatsapp de una amiga que te dice que ha conducido mal su vida. Primero hay gente que se plantea si ayudar o no. Yo soy mas de ir a la aventura, sin pensarlo, ayudar a quien lo necesite. Tú te das cuenta de que no tiene razón, que tú mismo eliges el camino por que el vas a caminar porque piensas que es el correcto y si se equivoca no es nada mas que una pierda en su camino. Una piedra que puede ser grande o pequeña, pero que con un simple pensamiento puedes hacerla desaparecer. Esta es la manera de ver la vida, pero para cuando has ayudado a tu amiga a superar el miedo a lo que queda por venir, ya te toca sufrir a ti. Lo pasas mal en clase por que alguien no comprende que te moleste algo que no para de repetir, porque no te hacen caso cuando les hablas o porque cuando tu tienes que soportar que a ti te vacilen pero tu a ellos no. Aún así, sé por mi experiencia que lo hacen por una reputación que mantener a los demás. Que si tienen que cruzárseles alguien, prefieren quitárselo del medio con su imagen de tipo duro. Pero hay veces que la mejor manera no es esa. Hay mucha gente que le queda por entender que no hace falta fingir lo que no son delante de los otros, que a mi me caen bien cuando son ellos mismos, hagan lo que hagan y digan lo que digan.