Piénsalo bien.

Olvidar es de cobardes. Los recuerdos corren a tu alrededor, te rodean, se acumulan, chocan contra ti y dependiendo de lo fuerte que seas tú o sean ellos, caerán unos u otros. Si tú caes, te recuperas. Si ellos caen, los recuperas al tiempo, reconstruyendo fotos amarillentas como si fueran puzzles y después del rompecabezas te preguntas por qué olvidaste si en realidad eras feliz, pero sin nostalgia porque ahora también lo eres y sin tener que esforzarte en reconstruir tus pedazos, ni en recordar. Recordar es de valientes. He vivido lo suficiente para saber que los prejuicios aquí no son pocos, que la gente ahora no es original ni diferente, y he notado que el ser convenido ha aumentado últimamente. Pasa de todas sus miradas por encima del hombro, todos los repasos que te den de arriba a abajo, todas las malas primeras impresiones que hacen que esas caras de paleto te juzguen sin mirarse a ellos mismos. Que nadie tiene que venir a decirte qué hacer o cómo ser, porque ni siquiera ellos son perfectos, que bastante sabes tú en qué te equivocas o en qué eres un puto desastre para que vengan ellos a recordartelo, de todos modos, quien lo piense es demasiado imperfecto, inútil y patético.Que ni pica el gusanillo, ni la abeja, ni nada, pica el estómago de las "mariposas" que revolotean, pero yo sé que si quieres, puedes, y que si no puedes es porque no quieres. Que ya no son historias, son verdades a medias que te joden si no las cuentas y si las cuentas te terminan jodiendo, y mejor tú que ellos, y si terminan siendo ellos ..¡QUE LES DEN!

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