Afeita tus malos recuerdos.

Estás en casa y al oír esa canción te acuerdas de todo. Pero sales a la calle y lo primero que ves son a los obreros poniendo las luces de navidad. Miras hacia arriba y ves como los balcones están siendo decorados con guirnaldas de colores y si miras un poquito mas abajo, el ambiente navideño ya ha llegado a las tiendas. Ese ambiente te gusta, te hace olvidarte de todo lo malo que viene de tiempo atrás y por primera vez en mucho tiempo vuelves a sonreír. La gente se te queda mirando porque ve un chico que vive feliz, o por lo menos lo aparenta. Es una de las pocas veces que no lo haces. Te sientes tal y como los demás te ven. En ese momento es cuando tu cabeza empieza a producir tu mala memoria y haces que todo se vea como si fueras el espectador de un cine y tu vida fuera la película. Así es como la mayoría de veces deberíamos de ver nuestras vidas. Por eso, sí un día vemos que empezamos a recordar todo lo que en aquel momento nos pasó y nos hizo sentir tan feliz e incluso todavía ejerce mucha fuerza sobre nosotros, nos pone nerviosos, o nos hace tartamudear porque no sabemos que decir... sigue mirando adelante, ya que tus amigos son tus balcones adornados y tu familia las luces de navidad que te ayudan a olvidar lo que una vez te hizo sentir mal.

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