Hoy me han hecho recordar una época de mi vida que, a simple vista, creía olvidada. No sabía qué cojones hacer, si llorar, o intentar hacerme el fuerte como siempre y que nadie viera lo que realmente me pasaba. Es aquella época en la que todo el mundo se metía contigo, por que eras mas bajito, mas alto, mas rubio, con brackets, te gustaban los chicos, las chicas... Estas cosas creaban en los demás un pensamiento que no era positivo, y lo único que se les ocurría era planear cada día como hacerte la vida imposible. Muchos de vosotros no habrá pasado por ello, yo sí. Vas al colegio sin ganas de nada por que sabes que según entres, por muy feliz que estés, siempre te harán ver que eres lo peor para los demás. Sales a la calle y lo primero que haces es mirar a los lados por miedo a que haya alguien esperándote para darte una paliza. No sé decir con exactitud como es esa sensación, pero es mucho mas fuerte que la que se siente cuando alguien que quieres te deja por otro, y ves como en ese momento todo lo que habíais construido los dos, se derrumba. Cuando ves a ese chico que sabes que es inalcanzable para ti pero que cuando le ves el cuerpo se te paraliza y en el estómago sientes lo que todo el mundo llama "mariposas", a las que yo llamo el detector de mentiras, ya que si no las sientes es porque no es alguien que merezca la pena que estés a su lado. Por eso, si alguna vez te han hecho sentir triste, mal e incluso cansado de escuchar todo el rato lo mismo, haz de oídos sordos y verás como cada día te vas haciendo mas fuerte y demostrándoles a todos que los únicos gilipollas, son ellos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario