No pierdas oportunidades.

Si no te gusta, ya sabes donde esta la puerta. Ayer, como muchos otros días, salí de fiesta. Tengo que decir que fue uno de los días que mejor aproveche la noche. Gracias a la gente que vino conmigo me di cuenta realmente de qué o quién importa mas en momentos como ese. Por eso, la vida es como una gran fiesta. Puede que te encuentres con una camino con una cuesta terrible y muchas de vosotras tengáis que caminar con tacones. Se hará duro, si, pero sabes que en algún momento de esa cuesta, alguien te cojera en los hombros y te ayudará a subir, o solo se agachará, te quitará los tacones y te gritará: corre ahora que puedes, ya no hay nada que te retenga. O puedes tener unas zapatilla nuevas que te hagan daño cuando caminas y haya gente que te de una tirita para que te lo pases en grande. En este caso puede ser que te den una tirita mala, y que no te dure mas de dos minutos, esas son las personas que pasan por tu vida, se dan una vueltecilla, te hacen daño y luego se van bailando el Gangnam Style, por que les ha dado igual que te hayan hecho daño, mientas ellos salgan ganando. Ayer me di cuenta de que había personas que no sabia que se preocuparan tanto por mi, y que saben que en cualquier momento podré ser uno de esos chupitos que alegran la noche.