Los niños también crecen.

Ayer me dí cuenta que hay mucha gente que aún, como yo, conservan su niñez dentro de ellos. Mucha gente no entiende eso de "perder la vergüenza", y no entiendo porque... Puede que suene repetitivo pero en el momento que le empiezas a poner nombre a tus fotos en el ordenador o cuando te comes el flash sin dejar el liquido lo último sabes que has crecido. Entonces, yo no lo he hecho. Grita en medio de un centro comercial y verás como lo primero que haces es esconderte. Todo el mundo pierde la vergüenza cuando se hace mayor, pero cuando conoces a alguien con el que crees que la pierdes, te hace sentir tal y como eres. Una pareja que iba de la mano ayer me demostró que da igual lo que digan los demás de lo que hagas, de lo que digas y lo mas importante, de como eres. Una vez le dije a una amiga que se tirará a la piscina, que fuera a por todas, que el que no arriesga no gana y su respuesta fue esta: Unai, las aventuras normales son las de los libros, pero yo lo que quiero es que seas feliz y no tengas una historia de esas, quiero que tengas una en la que demuestres como eres tú, con tu sonrisa de día a día, con tus tonterías por segundo, demostrando lo verdadero y transparente que eres. Esa respuesta me marcó siempre y lo que yo ahora os digo es que sigáis ese consejo, tal y como me lo dio ella os lo doy a vosotros y a vosotras. Y aunque yo no me aplique el cuento, porque soy así de testarudo, sé que debéis hacerlo, para que alcancéis la felicidad que alguna vez espero llegar a conocer.

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