Lucía, pero se apagó.

Cuando en tu vida te ocurre algo grande, es ahí donde ves lo mas bonito de todo. Cuando estableces conversación con alguien y te das cuenta que es genial, una de las mejores personitas que te has encontrado, piensas que te va a hacer daño, como todas esas que han venido por detrás. Pero no siempre es de ese modo. Hay gente que, bueno, al principio puede pasar desapercibida, pero cuando falta, falta de verdad. Que echas de menos ese cariño que recibes todas las mañanas y sobre todo cuando te sorprende por detrás dándote un abrazo. Te sorprende en como es, que hace que te sientas genial con lo que haces, este bien, o este mal. Hace que todo un día se vuelva de un color mas bonito, cuando pensabas que iba a ser de color negro. Por muy negro que hayas visto un día, no tienen porque serlos todos. Desde hace muy poquito, me di cuenta que para mí, los Martes 13, serían los mejores días. Un día de suerte. Para algunos mas que otros, pero suerte. Míralo de esta manera. Si te pasa algo ese día descubres que hay gente que lo tiene crudo todo los días de la semana, sin poder sonreír... Piensas en lo mal que lo pasas sin poder darle apenas un abrazo fuerte, para animarla cuando se lo merece. Merece ese cariño, que no todo el mundo le demuestra, pero sabe que esta ahí. Que si hay algo que no me gusta es ver a la gente seria, ya que la sonrisa que desprende es algo que merece un pensamiento positivo, un sentimiento positivo y sobre todo, y por encima de todo, una acción positiva.