Brindo por mi equipo.

La vida es como un gran partido de fútbol. Es un partido en el que bueno, tienes tus faltas, tus tarjetas amarillas o rojas, pero también te quedan los goles que has marcado. Son goles, que algunos han sido por penalti, otros por que los has metido por la escuadra, pero siguen siendo goles. A lo largo de mi partido, me acuerdo de los goles que he marcado, porque son unos goles maravillosos.Unos goles que me ha regalado mi equipo. Mi equipo. Mi equipo no siempre ha tenido los mismos colores en su equipación. Pero esta es la definitiva. Un equipo con el que sabes que puedes contar siempre. Cuyo entrenador, por mucho que te diga que debes hacer lo que él diga, el corazón manda mas. La vida es una mezcla de alegrías y de penas, un poco de las dos. Por eso alzo mi copa para brindar por mi equipo. El equipo que me ayudo a marcar esos goles. El equipo que me ayudo a ir en contra de todas las tarjetas que me sacaban, aun sin hacer yo nada. Pero eso no es nada comparado a todo lo que ese balón ha recorrido conmigo.
Mi partido todavía no ha terminado ni la primera parte, por eso se que habrá algunos que serán fichajes pasajeros, pero nunca habrá ninguno como mi equipo de siempre.

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