Candyman.



Cuando menos te lo esperas las sensaciones se te acumulan en el corazón, y no sabes cual elegir en cada momento. A veces, las sensaciones, no son siempre buenas, pero buenas o malas, siempre hay que seguirlas. Cada momento tiene una, y tu eliges cual sacar y en que momento. Puede pasarte que no siempre aciertes, pero cada día, cada mañana es la oportunidad para que arregles lo de ayer. Cuando te vas a casa después de cenar te quedas con esa felicidad súper agradable que hace que estés como en una nube. Esa sensación tan agradable que sientes como si estuvieras abrazado a él y te da igual, si diluvia o si hace sol. Puede que al principio esa felicidad no salga tan de golpe como esperabas, pero es suficiente y compensa que sea cariñoso contigo cuando hay gente que daría la vida por no hacerlo. Aún y todo, él hace que todo se me olvide, y le escuche, todo lo que dice, ya sea una tontería o algo de lo que le apasione. Ni mucho menos me aburre cuando habla él solo, pero solo le pido una cosa. Que sonría siempre que me ve.

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