Despedidas, eso nunca.

Si hay algo que odio son las despedidas. Sobre todo esas que son las que te hacen llorar. Puede que sean tonterías, pero cuando las lágrimas caen por tu cara, significa que esa persona es especial. Especial de una manera que solo los amigos verdaderos pueden entender. La mitad que lo que hemos vivido no es comparable a lo que los demás puedan imaginarse. Esto no es una despedida ni mucho menos. Pero veo que el momento llegará cuando vea, o mejor dicho, no te vea, por los pasillos del colegio. Si hay algo que me caracteriza, es la importancia que le doy a mis amigos. Que en vida no siempre he tenido suerte, pero que yo puedo decir de verdad, eso de "los de siempre, son los que se quedan". Que puedo decir, que la amistad para mi es algo muy importante, algo que nadie podrá hacer cambiar. Recuerdo esas risas que nos echábamos cuando eramos pequeños, sin miedo a pensar en la hora a la que teníamos que irnos. Por eso os digo, que si no habéis dicho a vuestros amigos y mas a la que siempre que ha estado ahí, lo mucho que la quieres, aprovechad ahora que estáis a tiempo. Porque las despedidas siempre llegan, ya sea pronto, tarde, o cuando menos te lo esperas.

Hay algo que me caracteriza en mi vida, y es la importancia y el cariño que os tengo por demostrar cada día, en esos pequeños detalles, que me valoráis, como soy. Un gracias se queda corto, pero merece la pena que sepan lo que las quiero.