Suéñalo, vívelo, cúmplelo.

De esto que te das cuenta que tu vida gira y gira por un cambio que no te has dado ni cuenta qué ha pasado en un momento. Tus expectativas cambian, tu deseo se empieza a hacer realidad y a lo mejor puede que lo cumplas. Buscas en Internet respuestas que necesitas para no estar triste, para que algo te alegre el día tan malo que hoy has tenido, y te das cuenta que no era para tanto cuando ves llorar a un niño porque no encuentra a su madre en el parque. Si un sueño se cumple, ¿por qué no todos ellos? Sé que si voy a por todas lo conseguiré algún día de estos. No quiero que uno de mis amigos sea una de esas que digan: no hagas tal, deja de hacer lo otro... y luego te arrepientas a los 57 años porque no has podido cumplir tus sueños. El deseo te corroe por dentro como si de la sangre se tratara y hace que cada vez que lo pienses sientas como si cien mil elefantes hicieran la marcho nupcial en tu estómago. Si tu corazón te pide eso, persíguelo hasta el final, nadie dijo que en esta vida todo fuera fácil y sin esfuerzo no se llega a ningún lugar. Es un camino difícil, no lo dudo, y que si lo intento llegaré a lo mas alto. O a por todas o a por nada.


No hay comentarios :

Publicar un comentario