Ilusiones rápidas, sufrimientos largos.

Alguien que conocí hace ya mucho tiempo me dijo una vez que los finales felices muy pocas veces ocurrían. Que había gente que nunca había oído el significado de ser feliz ya que nunca lo había estado. Que todo necesitaba un sacrificio en la vida, y que no todo el mundo sonreía cuando la luz del sol volvía a surgir entre las rendijas de la persiana que, a la noche dejaste así para no tener calor. Pero no siempre puedes permitirte el lujo de pensar en finales felices como nos hacían creer la Cenicienta, Blancanieves o Peter Pan, ya que solo debes pensar en tu vida, en lo que a ti te ocurre y nunca en la vida de los demás  Vive tu vida tal y como creas que debes vivirla, sin miedos, sin preocupaciones, sin mirar el futuro, sin mirar lo que ya paso, sin justificar los medios. Es una manera de mirar al futuro desde una forma segura, desde la barrera que te impide saltar un principio. En el camino de la vida, la suerte no vale nada. Puede que las ilusiones que la gente te crea, puedan ser buenas a largo plazo, pero mucha gente que encuentras en el río de tu vida no sean los suficientemente sinceras como para decirte la realidad, u otras que si lo sean. En la vida muchas sonrisas vendrán acompañadas de palos que te harán sentir como una mierda, pero lo superaras, todos lo hacemos. A medida que las ilusiones crecen, los sufrimientos que podrás alcanzar si algo malo ocurre, serán mayores, aun así en estos casos siempre están los "peros". Si algo muy muy bueno te pasa, la recompensa que al final de esa ilusión encuentres sera el doble de grande que el sufrimiento pasado.


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