Rompe tus esquemas.

Cuando tienes miedo, todo tu cuerpo actúa en defensa de todos y hasta el mas mínimo ruido te asusta. Esa sensación tan rara que te hace pensar las cosas dos veces antes de hacerlas, que toma medidas sin que tu te des cuenta, o que incluso la ansiedad que te causa no saber lo que te puedes encontrar al final de un túnel negro. Aún y todo, tu mismo, párate un segundo, piensa en todo lo bueno que podría haber si pudieras ver lo que hay al final de un túnel iluminado y sal corriendo como si la vida te fuera en ello. Con esto quiero decir que todo lo malo siempre trae algo bueno, acompañado o solo, de día o de noche, pero nunca hay pensar que esta todo perdido, que todo no puede ser malo, al igual que todo no puede ser bueno. La esperanza es lo último que se pierde. Y si es así, ¿por que creemos, cuando nos pasa algo malo, que somos gafes o que todo nos pasa a nosotros? Todo lo que pueda pasarte es solo y únicamente tu culpa. Por muy duro que suene la realidad es así. Mucha gente no estará de acuerdo conmigo pero es la realidad. Las oportunidades que se presentaron en mi vida no las elegí bien y me han pasado factura de una forma que no se las desearía ni a mi peor enemigo. Aún y todo, cada día me levanto con una sonrisa en la cara, por todos aquellos que cada vez que me hundía supieron hacerme reír de una manera que pocos saben hacerlo, rompiendo mis esquemas, y los suyos.