Erase una vez, el mundo al revés.

De esto que llegas a casa y no hay nadie. Todo esta vacío y no se oye ni un ruido, cierras los ojos para relajarte y descansar un minuto, aunque este de pie, de todo el día y el maullido de tu gato demuestra que no estas solo. Es entonces cuando vuelves a la realidad, abres los ojos de golpe por la inercia y vas directamente a tu habitación. Sabes que es un día de esos en los que te vas a pasar la tarde estudiando y que no vas a terminar nuuuuuuuuunca de sabértelo  Pero es ahí cuando miras, son las siete de la tarde y decides terminar. Ya cansado de todo enciendes el ordenador y recibes una noticia que te impacta, te choca y a la vez te hace sentir confuso. Aun así no te preocupas y te hace pensar que todo va a ir bien y que te va a salir genial. Pero la noticia de que alguien se va aunque sea poco tiempo te hace sentir un poquito triste. Sí,  a muchos les da igual pero para mi es algo a lo que no estoy acostumbrado y no voy a estarlo nunca. Que ella sabe que soy así y que mañana se me dirá que soy bobo por haberle dicho esto. Pero nunca dejaré que nadie impida decir lo que realmente me pasa.

No hay comentarios :

Publicar un comentario