Pensamientos rotos.

Podría saber el por qué de muchas preguntas, pero hay algunas, que deberían ser contestadas por los demás. Preguntas que hacen daño. Preguntas que al principio puede que no se aprecien de una manera exacta. Preguntas que hace falta que se respondan con el cariño que tienes hacia la persona que te la ha formulado. No todo en la vida son solo respuestas sin sentido, tonterías, chistes y risas. Si no que, a veces tienes que ponerte serio y darle un giro a lo que viene siendo, todo tu alrededor. Duele mucho que alguien que aprecies no te valore, pero duele mucho mas cuando el único que da y reparte eres tú. Si no tienes ni idea de como responder a una pregunta, nunca la dejes en el aire. Es un gran error. Es preferible que te confundas si lo que dices lo dices con una sonrisa de oreja a oreja, por que el único que te hace reír lo sabe hacer bien. Alguien que se preocupa por todo lo que piensas, se te pasa por al cabeza, en una película te agarra de la mano y se da cuenta que la tienes fría y te da un abrazo... Esas son las pequeñas cosas que valen la pena. Pero para eso, ya estoy yo solo. Estoy yo solo cuando hace frío. Estoy yo solo cuando me apetece gritar. Estoy yo solo cuando quiero contestar a una pregunta que no se contestar, y prefiero hacerte reír con la estupidez que acabo de soltar, que quedándome en silencio.
Recuerda una cosa: Quién calla, otorga.

No hay comentarios :

Publicar un comentario