Aún recuerdo el día en que le conocí. Fue el día en que me di cuenta que podía gustarme alguien de una manera, que nadie me había gustado antes. Alguien que cuando me hablaba se me paraba el corazón nada mas con un "Hola!". Ese momento no se me olvidará nunca. Y mucho menos aquellos días que intentaba convencer a los demás para que me acompañaran a verte. Fueron uno de los mejores días de mi vida. De esos que muchas veces me acuerdo de ellos y me entran ganas de llorar. ¿Y todo para qué? Para que un día un mensaje de Whatsapp me hundiera en la mayor miseria que pudieras imaginar. Lo peor es que, un día se me habló de ser bueno con la gente, de darles segundas oportunidades pero no sirve de nada. "Pero de buen rollo :)". Esa frase jamás se me olvidará. Fue la frase que marcó un antes y un después en mis esperanzas por parte de los demás. Puede que sea egoísta, pero cuanto mas lo pienso, menos lo entiendo. El porqué de alguien que siempre intento ser mi amigo, o incluso algo mas, me decepcionara tanto. Pero por mucho que lo intente no puedo enfadarme. ¿Por qué? Porque todavía estoy esperando a que vengas a por mí no a pedirme perdón, si no a volver aunque sea los mejores amigos que ha habido siempre.
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