Fuera de este mundo.

'Cambiarse de casa es así como cortarse el pelo. Piensas mucho antes de hacerlo, pero sabes que a la larga, te va a venir bien. Salvo que te hayan echado de ella. Y es que, cuando cambias de casa te pasan dos cosas. La primera es que tiras todo lo que has acumulado durante años, muebles viejos, calcetines sueltos, gorras de propaganda, o esos zapatos que cuando los mirabas pensabas: Los guardo por si algún día me los pongo. Lo segundo que te pasa cuando haces una mudanza, es que recuperas cosas que creías que habías perdido; los cuadernillos de notas del colegio, las fotografías de las convivencias, las cintas con las canciones grabadas de la radio... Cuando te cambias de casa tienes la oportunidad de volver a empezar, y de quedarte solo con lo básico, con lo que realmente necesitas, con lo que de verdad quieres.' Y si lo piensas mucho mas, si que tiene razón. Siempre que pensamos en hacer la maleta, nunca sabemos que meter, puesto que todo nos parece importante. Pero a la hora de irse realmente de ese sitio que ha sido muchos años tu hogar, cuesta. Ahora míralo de otra manera. La maleta eres tú, y tienes que meter dentro todo lo que realmente quieres, para saber valorar a todos aquellos que importan día a día. Piensa una cosa: Tú eres el único que eliges lo que quieres meter en la maleta, y lo que te parece realmente necesario, para el viaje, el viaje mas largo que vas a hacer jamás. Esa aventura que alguna vez terminará, pero de la mejor manera posible.