Cuatro caras de felicidad.


Si alguien se va de tu lado, y asea por mucho o poco tiempo, sueles darte cuenta de si les aprecias como amigos, como algo mas, o simplemente no les aprecias. Ayer no fue uno de mis mejores días, pero en poco tiempo pude darme cuenta de quien valía la pena y quien no. ¿Sabes eso que se siente cuando una amiga te llama y te dice que tenía que hablar contigo? o ¿El abrazo que siempre os dais cuando os despedís para que ese cariño se quede entre vosotros? Si has contestado que sí, es que aprecias mucho a esas personas. Puede que no lo veáis de este modo, pero a mi un simple lápiz ya hace que les recuerde, y un sonido hizo que abriera los ojos hasta mas no poder, para enseñarles a todos que soy así y no voy a cambiar. Nos enfadamos, vivimos como críos, sonreímos y a veces dudamos. Pero a la hora de la verdad todos sabemos que hay que llorar. Si tu primera lágrima sale del ojo derecho es de felicidad, y si es del izquierdo, es de tristeza. Si lo pienso, hace mucho ya que no lloro de tristeza, puesto que he llegado al punto de felicidad en el que siempre que río acabo derramando una lágrima, siempre, por lo feliz que soy junto a ellos. Ahí esta el quid de la cuestión. ¿Quien te quiere no te hará llorar? Bueno quien sabe, puedes descubrir que quien te quiere te hace llorar, pero siempre de lágrimas derechas que demuestran el valor de ellas.

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