A pesar de todo, sigue adelante.
Muchos días me despierto pensando en 6 cosas imposibles. Así, puedo afrontar el día con ganas y enfrentarme a ellas y hacerlas posibles. Pero esta mañana ha sido diferente. Hoy no he podido hacerlo. Recibir un whatsapp a las 11 de la mañana comunicandote lo peor que podías haber escuchado no es de agrado a nadie. ¿Dónde quedaron esas semanas que pasabamos juntos después de comer? ¿Dónde quedan esas fiestas de disfraces que tanto nos gustaba celebrar? Son muchas las preguntas que me recorre el tiempo y muchos los recuerdos que me vienen a la cabeza. Por desgracia, pero por suerte tambíen, me toca decir adiós a alguien especial que me ha acompañado durante mi aventura toda mi vida. Reconozco sus manos, porque no son como las de nadie. Reconozco su manera de agarrarme, de darme un abrazo o incluso de llamarme. Podemos decir que una relación se ha creado entre nosotros y que ahora, más que nunca, se ve lo mucho que te quiero y aprecio todo lo que has hecho por mi. Te prometo una cosa; no cambiaré jamás de personalidad como tú siempre me decías. Pero solo lo haré si tú también me prometes algo, que no te olvidarás de mi. No quiero que nunca se te olvide lo mucho que nos hemos podido reír juntos a lo largo de nuestra vida, y lo mucho que nos queda por vivir. Admito que no se si he podido llegar a la altura de ser un amigo tan genial como lo has sido tú, pero ahora, en este momento te digo, con lágrimas en los ojos, que has sido una de las mejores cosas en mi vida. Te quiero, y te he querido tanto que hasta duele. Pero aún así pasarán los años y nos volveremos a encontrar como el primer día con una trenza y unos pantalones naranjas, igual que el primer día del colegio. Solo me queda decirte una cosa, adelante. Quiero que sigas adelante y feliz, como lo has sido conmigo hasta ahora.
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