Acuérdate de mi.

Cada día, cada tarde, cada noche... te decepcionan antes. Te demuestran que eres una mierda, que es lo que te dijeron aquellos que te abandonaron en el camino de tu vida. Te dicen que ya no eres el mismo, que has cambiado, que no te mereces a gente como ellas a tu lado y entonces se te cae el mundo encima y no puedes sostenerlo. Muchos intentarán ayudarte, pero no tendrán la fuerza suficiente que tenía aquella persona que una vez te hizo sentir especial. Sé que la perfección no existe, la gente perfecta es solo un invento nuestro para hacernos daño, mucho daño. Daño del que no se recupera fácilmente y que esperas que en una noche oscura unas velas alumbren un poco tu camino y te ayuden a caminar con seguridad. Volviendo sobre tus pasos eres consciente de que siempre ha habido alguien por encima de ti, y los que digan que no mienten. Siempre hay alguien que quiera creerse mas que tu, y en momentos de flaqueza te hará sentir como tal. Notas que los demás se esfuerzan en ti, cada mañana, cada día y tu se lo agradeces con una sonrisa, un abrazo y sobre todo, con un gracias enorme. Pero la gente no se da cuenta de la realidad en la que viven. Existe una balanza en el mundo y parece ser que a mi me pusieron en la que menos pesaba y se maneja con solo poner mas peso o no. Si lo miras por el lado bueno; significa que la gente estará contigo para ayudarte a llegar a lo más alto aunque sean pocos los que te ayuden. Puede que no todo el mundo se contente con lo mismo, pero si que deberían de controlar lo que muchas veces, no son conscientes de lo que sueltan por la boca. Por que una palabra, esta vez, vale más que mil imágenes. Pero hay una cosa que no olvidaré jamás, cuando crea que todo está en mi contra, recordaré que los aviones se elevan contra el viento.

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