Siempre.
Un día de estos recogeré mis ilusiones, decir te quiero no merece la pena, pero cunado la miro digo; que haría yo sin el? el sabe de sobra que para mi lo es todo, es el que me alegra el día, el que me quita todo lo malo, el es PERFECTO, el siempre sera mi príncipe por mucho que conozca a otros , lo quiero y lo quiero, es el que endulza mi cara y quita mis malos humores. Tuvo que ser el destino el que nos separo, su sonrisa me fundía , le doy gracias a dios por haberle conocido, solo pido que el destino me de una oportunidad … Siempre estoy pensando en el , y no saber como quitármelo de la cabeza , yo te amo y lo seguiré haciendo . tu dime si es normal que te quiera tanto ! No puedo olvidar esos momentos juntos, el momento en el que te perdí, estar contigo me hace ilusión, sin tu amor no soy nada, cada momento en el que estoy contigo se para el tiempo, me siento solo sin ti, quiero regalarte un mundo, una ilusión … Siento tu calor pero no estas, estas en mi mente y en mi corazón , lo que siento por ti es mas grande que cualquier sentimiento …. Dame un 1 minuto para demostrarte que yo solo te haré mas feliz que nadie, que te querré mas que otra persona pueda hacerlo, pero no juegues conmigo, quiero que escuches que te amo, quiero decirte que me enamore de ti.
Charles Chaplin
Las despedidas nunca son definitivas.
Muchos pensarán que siempre nos acabaremos acordando de las primeras clases que hemos tenido, del primer amor que fue el que nos marco, del primer amigo que nos dio un abrazo... pero no siempre son los principios los que recordamos con claridad. Queramos o no, las despedidas, son de las que más nos acordaremos. Recordarás a los amigos que hiciste ese último verano y sus últimos días, al novio que dejaste porque ya habías perdido la ilusión, o la clase de Bachiller que más se ha preocupado por ti. En las despedidas lloras, hay momentos en los que los pasas mal, pero sin ellas, no dejas paso a las siguientes oportunidades que se presentarán mas adelante. Puede que te de la sensación que siempre sean los demás los que te dicen adiós, pero no es así. Muchas veces eres TÚ el que dice adiós y se despide de los que te rodean. Parece que no es así, pero lo sabes cuando ves a tu madre llorar por ti, cuando sales por la puerta para irte a la universidad, o cuando ves como tu mejor amiga llora por ti, porque te has graduado. Nunca lloran de tristeza, si no que lo hacen desde la alegría que les causas día a día, y de que no podrán disfrutarla tan a menudo. Les das todo lo que puedes, abrazos, besos... Los coges de la mano y les susurras que les quieres y que jamás les olvidarás, porque son personas que ya te han marcado. Hay otra cosa que te hace saber si eres tú el que sufre la despedida. Saber si lloras. Llorar en la despedida de los demás te dice que se van a marchar, pero que no te van a dejar solo NUNCA. Y si es al revés, no lloras porque sabes que lloran por nada. Tú volverás a casa para ver a tu madre siempre que puedas, y llamarás a tu mejor amiga todos los días si hace falta para que no se olvide de tu voz ni de tu cara. Muchos piensan que recordamos los inicios, pero siempre acabamos recordando las mejores despedidas.
El último baile.
Cuando creías que era el último aliento hacia alguien que no lo merecía, viene alguien y te destroza tu teoría. Cuando piensas en los últimos bailes y conversaciones con él, te rompes por dentro. Cuando coges el último bollo de casa, y al momento oyes a tu madre que lo dejes donde estaba, porque era suyo. Todos tienen algo en común: eran los últimos. Las despedidas, son buenas, porque te abren caminos para conocer mas mundo. Pero las odio. Son momentos en los que se sufre, lloras y solo quieres esconderte de los demás. Hace ya unos meses que no miro atrás y veo lo mal que lo pasé, por aquel que prendió fuego a las ilusiones que tenía. Creo que todas las personas tienen trucos para tener vías de escape y así, no sufrir tanto. Pero cuando te fallan por completo, te hacen ilusiones y fracasan, los trucos se olvidan y el pensamiento se paraliza. Intentas llegar rápidamente a las esquinas de tu cerebro, pero solo están llenas de fotos, vídeos, situaciones e incluso pancartas en las que también hay algo en común. En todo aquello sale él. Suena muy trágico todo, ¿verdad? Pero hacia tiempo que no explotaba todo lo que tenía dentro, y sé que no he de llorar por alguien que un día me lo hizo pasar mal. A día de hoy, me alegro de todo lo que le pase. Me ánimo cuando me entero de que ha encontrado a alguien que vale la pena, aunque no soy yo. Me siento hasta orgulloso de haber sido una pieza en su vida, una oportunidad, que se presento y le ayudo a decidir ir por el camino del que yo no formaba parte para encontrarse con gente nueva. Han sido tantas esperanzas y tan grande la desilusión, que no debería ni de mostrarle una simple sonrisa. Para él, no soy nadie, apenas me saluda cuando me ve, por no decir que no lo hace, pero yo se que le conocí tal y como era. Y quién sabe, a lo mejor el me ayudo a ir por el sendero que el no estaba para encontrarme con alguien nuevo. En este momento, solo es una sombra de un chico, pero a medida que vaya avanzando, lograré mi verdad.
¿The end?
Corre.
"No mires atrás. Lo has hecho, y la verdad, me da igual". Letra de una canción que tengo que decir que llega fácilmente a dentro. Siempre estamos pensando en lo bueno o lo malo que nos pasa, para ir corriendo hacia los demás y poder contárselo lo antes posible. Todo para sentirnos mas arropados que nunca. Si lloramos o si sonreímos, ¿nos ayudan diferenciar entre lo bueno y lo malo? ¿Acaso no se puede llorar de felicidad o sonreír para no llorar? Aquellos días en los que solo tenías ganas de llorar deberían convertirse en sonrisas profundas, llenas de cariño para dar y regalar a los otros. Recuerdo la primera lágrima derramada por alguien que no merecía la pena. Apenas podía aplicar lo que ahora reivindico, y lo que exijo a todos los que me rodean, pero lo intentaba. Fue por un chico. Un chico que marcó bastante y por desgracia, o mejor dicho, por suerte, dejo la puerta abierta a otras oportunidades mas grandes y a momentos mas felices que a lo mejor no podría haber vivido si el habría querido estar conmigo. Ahora conoces a más gente, te da igual lo que piensen y sale tu mejor yo, y el que más gusta. Y si no gusta, te tiene que dar igual. Nadie debe demostrar nada a los demás con palabras, solo con sacar la buena persona que lleva dentro. Yo, como muchos de los demás, lleva a más de una persona buena dentro de mí. Y que cada día, saco un poquito de todas ellas para que vean lo que han conseguido estando a mi lado. Puede que no distinga entre la gente que me puede hacer daño y la que esta conmigo por como soy, pero bueno, yo les sigo dando mi mejor sonrisa cada mañana para que vean que no me importa nada lo que planean hacerme. Personas hay muchas, pero como yo ninguna. Al que le guste bien, y al que no, también.
Vivir la vida.
Hay momentos en la vida, que te demuestran que hay que ser, bueno, que debes ser fuerte para hacerles frente. Muchos se consideran personas que son felices por que no paran de sonreír y no se sienten mal. Pero yo creo, sinceramente, que todos los momentos que hemos tenido forman parte de nuestra felicidad. Cuando sufrimos por algo malo, pero vemos que siempre habrá cosas buenas en el fondo de aquello que nos puso tristes una, dos o incluso tres veces, es cuando experimentamos la ilusión de la emoción. Cada uno es como es y nadie tiene que decirle lo que tiene que hacer, y menos cuando hablamos de si debemos ser felices o no. Siempre juramos y perjuramos a los demás que somos lo mas felices posibles para que no nos vean pasarlo mal porque, no creo que a nadie le guste que le vean derramar una lágrima que lleva el nombre de alguien que no la merece. Es justamente lo que nos hace ser nosotros mismos. Darnos cuenta de eso. De que lo malo, nos trae lo bueno, y sin que se lo pidamos. Pensaréis que es una tontería, pero la gente que mas desea que llegue algo, al final es lo que peor sale y de la peor manera posible. Por eso, hay momentos que tenemos que sacar la felicidad hasta de las cosas malas, de la perdida de un ser querido, de la despedida de tu mejor amigo, o de marcharte a la universidad y no ver a tus padres en mucho tiempo. Puede que suene muy fuerte y muy chocante, pero son cosas que a cada segundo nos hacen mas fuertes, y refuerzan a los que ya lo eran. Sacamos fuerza de nuestras propias debilidades.
Pura realidad.
¿Sabes?
Con el tiempo descubrí que no hay monstruos en el armario y que los finales no son como cuentan los cuentos. Que no existen los Reyes Magos, y tampoco el ratoncito Pérez. Que los malos no son tan malos, ni los buenos son tan buenos. Que no siempre llueve en invierno, ni te mueres de calor en verano. Que los conciertos están para gritar y dejarse la garganta. Que cuando quieres que algo ocurra, no ocurre, que siempre ocurrirá cuando menos lo esperes. Que a los chicles siempre se les va el sabor y los helados siempre se acaban derritiendo. Que a veces una ducha de agua fría sienta igual de bien que una de agua caliente. Que no hay calcetines para el pie izquierdo y tampoco para el pie derecho. Que a veces la persona que más feliz aparenta estar es la que más apoyo necesita. Que el primer baño del verano es el mejor y que los paseos por la playa siempre te achicharran la espalda. Que las medias siempre se terminan rompiendo y que los tacones a las 5 o 6 de la mañana están en tus manos. Que el último trocito del paquete de chocolate es el que mejor sabe. Que siempre que bosteces alguien lo hará contigo y que siempre que comas palomitas de microondas, quedarán unas pocas sin hacer. Que los besos a escondidas saben mejor y que en lugar más inesperado te encontrarás a quien más tiempo llevas deseando ver, porque el mundo es un pañuelo. Que hay personas que no valen la pena, pero que hay otras que de repente, llegan y te cambian la vida… y te la cambian para siempre.
Con el tiempo descubrí que no hay monstruos en el armario y que los finales no son como cuentan los cuentos. Que no existen los Reyes Magos, y tampoco el ratoncito Pérez. Que los malos no son tan malos, ni los buenos son tan buenos. Que no siempre llueve en invierno, ni te mueres de calor en verano. Que los conciertos están para gritar y dejarse la garganta. Que cuando quieres que algo ocurra, no ocurre, que siempre ocurrirá cuando menos lo esperes. Que a los chicles siempre se les va el sabor y los helados siempre se acaban derritiendo. Que a veces una ducha de agua fría sienta igual de bien que una de agua caliente. Que no hay calcetines para el pie izquierdo y tampoco para el pie derecho. Que a veces la persona que más feliz aparenta estar es la que más apoyo necesita. Que el primer baño del verano es el mejor y que los paseos por la playa siempre te achicharran la espalda. Que las medias siempre se terminan rompiendo y que los tacones a las 5 o 6 de la mañana están en tus manos. Que el último trocito del paquete de chocolate es el que mejor sabe. Que siempre que bosteces alguien lo hará contigo y que siempre que comas palomitas de microondas, quedarán unas pocas sin hacer. Que los besos a escondidas saben mejor y que en lugar más inesperado te encontrarás a quien más tiempo llevas deseando ver, porque el mundo es un pañuelo. Que hay personas que no valen la pena, pero que hay otras que de repente, llegan y te cambian la vida… y te la cambian para siempre.
Next to you.
Existen muchas maneras de ponerme de los nervios, pero unas me hacen sentir bien y otras mal. No sé, tal vez sea cosa mía, y al resto del mundo los nervios siempre los saquen de sus casillas, pero, ¿qué queréis que os diga?, yo a cada segundo que estoy con él me pongo de los nervios, pero no sabría vivir sin esos nervios que suben y bajan por todo el cuerpo, que me trastornan. Esos nervios que me vuelven loco. Me pone de los nervios que no me hagas caso, que me ignores cuando te conviene y que me tortures sin hablarme cuando se te pasa por la cabeza. Es que me ponen de los nervios tantas cosas tuyas... Me pone de los nervios que tenga que pensar en olvidarte pero es que no me queda otra opción. Que es que cuando te veo con otros se me trastoca la cabeza, se me nublan las ideas y se me agrietan las paredes del estómago. Me da vueltas la cabeza y siento que me mareo. También hay otras cosas tuyas que me ponen de los nervios, pero esas si me gustan. Me pone de los nervios que me digas tonterías sin ningún fundamento al oído. Me pone de los nervios que te pongas pesado con un tema y me trastornes la cabeza, una y otra vez, con la misma frase durante todo el día. Me pone de los nervios que hagas tonterías y me empujes. Sí, todas estas cosas me ponen de los nervios, pero sin ellas no sabría vivir, no sabría vivir sin esa sensación de que estoy metido en una montaña rusa constantemente. No sabría vivir sin sentir que el corazón se me desboca y sin sentir que bombea la sangre a la velocidad de la luz.
Juega bien tus cartas.
No busco nada raro, sólo alguien que me eche de menos aunque hayamos pasado todo un día juntos, alguien que se ponga nervioso al verme, que no se aburra de mis charlas aunque pasemos cinco horas al teléfono, que se alegre de escucharme. Alguien que me acompañe siempre a casa y haga divertido el camino, por más largo que sea; Alguien a quien pueda besar por un simple impulso sin sentirme atrevido. No me importan los regalos, las cenas ni las flores, mientras el demuestre admiración, me conformo con saber que conmigo es donde más le gustaría estar siempre. Y que conozca todas y cada una de mis sonrisas, alguien que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sienta que antes de mí ningún otro existió, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre. Que sienta que se le cae el mundo encima si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la mierda, alguien que me haga reír hasta llorar, y me haga reír cuando no puedo dejar de llorar, que cada una de las canciones que escuche le recuerden a mí. Alguien que me haga sentir el chico más afortunado del mundo, sólo por el echo de tenerle entre mis brazos. Pero luego llega ese momento, ese momento en el que el tiempo se para y los sentimientos se aceleran, ese momento especial que sabes que recordarás toda la vida, pero parece irónico, justo en ese momento no sabes si quiera como descubrir lo que sientes. Estos momentos se demuestran el tipo de persona valiente que lucha por lo que quiere y se lo juega todo a una carta.
Asegura un buen comienzo.
Si empiezas algo, tienes que terminarlo. No siempre se da en todos lo casos, porque es más fácil dejar algo a la mitad cuando empieza a complicarse que pasar la dificultad y disfrutar de la recompensa. A veces no terminamos las cosas por flojera, porque siempre queremos ir a lo fácil; otras por miedo a qué dirán y cómo nos juzgarán. Pero yo propongo algo mucho mejor, ¿por qué no terminar las cosas para ver el final? Nunca podremos saber qué nos pasará si no lo intentamos. Si fallas, bueno, no pasa nada, es como cuando te caes: te levantas, te sacudes el polvo y vuelves a correr. Y siempre se aprende algo de las cosas, pero... ¿Y si aciertas? Puede que nunca lo sepas, puede que seas un poco cobarde y no te atrevas a intentarlo. O puede que después de esto saques un poquito de ese valor que siempre nos queda. Empezar es difícil, lo sé, pero qué más dará, si luego nos alegramos de todo lo que hemos pasado porque finalmente hemos logrado algo.
La vida no va a esperarte, así que empieza a actuar si no quieres quedarte atrás.
La vida no va a esperarte, así que empieza a actuar si no quieres quedarte atrás.
Acuérdate de mi.
Cada día, cada tarde, cada noche... te decepcionan antes. Te demuestran que eres una mierda, que es lo que te dijeron aquellos que te abandonaron en el camino de tu vida. Te dicen que ya no eres el mismo, que has cambiado, que no te mereces a gente como ellas a tu lado y entonces se te cae el mundo encima y no puedes sostenerlo. Muchos intentarán ayudarte, pero no tendrán la fuerza suficiente que tenía aquella persona que una vez te hizo sentir especial. Sé que la perfección no existe, la gente perfecta es solo un invento nuestro para hacernos daño, mucho daño. Daño del que no se recupera fácilmente y que esperas que en una noche oscura unas velas alumbren un poco tu camino y te ayuden a caminar con seguridad. Volviendo sobre tus pasos eres consciente de que siempre ha habido alguien por encima de ti, y los que digan que no mienten. Siempre hay alguien que quiera creerse mas que tu, y en momentos de flaqueza te hará sentir como tal. Notas que los demás se esfuerzan en ti, cada mañana, cada día y tu se lo agradeces con una sonrisa, un abrazo y sobre todo, con un gracias enorme. Pero la gente no se da cuenta de la realidad en la que viven. Existe una balanza en el mundo y parece ser que a mi me pusieron en la que menos pesaba y se maneja con solo poner mas peso o no. Si lo miras por el lado bueno; significa que la gente estará contigo para ayudarte a llegar a lo más alto aunque sean pocos los que te ayuden. Puede que no todo el mundo se contente con lo mismo, pero si que deberían de controlar lo que muchas veces, no son conscientes de lo que sueltan por la boca. Por que una palabra, esta vez, vale más que mil imágenes. Pero hay una cosa que no olvidaré jamás, cuando crea que todo está en mi contra, recordaré que los aviones se elevan contra el viento.
No hay más.
Sólo quería escribirte para decirte cuánto te odio, te odio más que a nadie en el mundo, y no me da vergüenza decir que ese amor que sentía y esas ganas de morir por tí que había, ahora son deseos de asesinarte y cobrar venganza... ¿ venganza de qué ? ... venganza por haberme enseñado a amar, por haberme mostrado un mundo desconocido para mí en el que apenas había caminado, amando todo lo que te rodeaba y besando todo lo que tocabas, enseñándome lo que es ser feliz y ver todo rosa en vez de color realidad. Venganza por haberme enseñado a sentir deseos y placeres y venganza por enseñarme a extrañar, pero sobretodo, venganza por haberme obligado a aprender a sufrir, por haberme obligado a aprender a olvidar, por haberme obligado a saber que es lo que se siente perder todo lo que tenías antes, venganza por hacerme despertar de mi sueño. A pesar de todo, te lo agradezco, por haber sido tú y no otra persona, la que ha caminado conmigo y me ha enseñado a levantarme, la que a pesar de todo lo pasado me ha ayudado, y la que ahora se va. Gracias por ser tú el que aguantó mis caprichos y gracias por ser tú el que me gritaba al enfadarnos, gracias por ser tú el que me decía cosas bonitas y gracias por ser tú el que me escuchaba llorar. Porque no hubo otra persona que no fueses tú, gracias por todo lo que hiciste por mí.
Confiar en ti mismo.
¿Sabes que es tener la sensación de que estas haciendo la mayor locura de tu vida y que aún así sabes que no puedes evitarlo? Que tu corazón te dice que sigas y tu cabeza que pares,que vas a sufrir y mucho?La sensación de que alguien es imprescindible en tu vida y que aún así debes alejarte de ella,saber que te mueres por sus huesos y aún así le escuchas y te jodes por dentro porque sabes que a la que de verdad quiere es a otra y que no la va a olvidar por mucho tiempo que pase?
Está claro que la vida lo único que sabe es joderte. Que las personas que más quieres son las que más daño te hacen,aquellas que forman parte de tu vida desde que diste tu primer paso y dijiste tu primera palabra.Son aquellas personas las que quieres y que por muchas putadas que te hagan se las vas a pasar y harás como si no pasara nada aunque eso siempre esté ahí. También son aquellas personas que aunque conozcas desde hace poco las quieres tanto como para llegar amarlas de una forma especial. Quizás debemos confiar más en las personas desconocidas que en las conocidas,o quizás sea mejor no confiar en nadie nada más que en ti mismo.
Está claro que la vida lo único que sabe es joderte. Que las personas que más quieres son las que más daño te hacen,aquellas que forman parte de tu vida desde que diste tu primer paso y dijiste tu primera palabra.Son aquellas personas las que quieres y que por muchas putadas que te hagan se las vas a pasar y harás como si no pasara nada aunque eso siempre esté ahí. También son aquellas personas que aunque conozcas desde hace poco las quieres tanto como para llegar amarlas de una forma especial. Quizás debemos confiar más en las personas desconocidas que en las conocidas,o quizás sea mejor no confiar en nadie nada más que en ti mismo.
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