Energía.

La vida pasa cada día mas rápido en mi reloj. No es un reloj que marque la hora a todas horas, ni uno de última generación. Simplemente es mi reloj. Ese que marca horas especiales, o que considero importantes. Es la hora que te dice siempre cuando tienes que presentarte ya que, a lo mejor, te llevará por un camino por el que tu solo no serías capaz de ir. Muchas veces necesitamos ayuda de los demás para sentirnos mas  completos, o solo para sentirnos arropados. Hoy mi reloj marca una hora que nadie tiene. Marca la hora en la que me di cuenta de algo. Hacia tiempo que no me sentía así. Tiempo atrás me dijeron que no debía precipitarme y no lo hice. Hace tiempo me dijeron que que debería de estar con aquel que cuando lo viera el cuerpo se me parara, el corazón se me acelerara y las manos se me enfriaran. Ahora, mas que nunca, vuelves a sentirlo dentro. Solo falta una cosa. Su respuesta. Una respuesta que siempre acaba por ser precipitada, y muchas veces la equivocada. Las oportunidades, como las curvas de una ciudad, no puedes cambiarlas, y a menudo no sabes donde van a aparecer. Sabes que están ahí, lejos, pero no sabes en que momento las tomarás. Hoy sé, que mi oportunidad se ha presentado, y no dudaré en ir a por ella. A pesar de perder un gran premio, pero me esforzaré. Seguiré intentándolo, conseguiré saber de ti con un trivial si hace falta. Marcaré tu nombre en el asfalto debajo de tu ventana o te sonreiré cada día para que vayas feliz a clase. Hasta que un día, me da igual cuando, lo lograré. Solo se una cosa. Mi reloj nunca se equivoca.