A medida que vamos creciendo, nos van haciendo creer que tenemos que elegir caminos menos escabrosos que otros y mucho mas complicados, para satisfacer a los demás. Aún recuerdo cuando de pequeño miraba a mi madre y le decía: Mamá, de mayor quiero ser astronauta y montarme en una nave espacial y ver a los marcianos que hay en la Luna. Ella riéndose siempre me decía que estaba cada día mas loco. Y poco a poco mientras que iba creciendo junto a ella, todos los demás me han ido diciendo qué era lo mejor y que era lo peor en mi vida. Y muchas veces me he llegado a preguntar: ¿Cuando voy a elegir yo? Creo que por eso ahora soy como soy. Ese que defiende sus ideas hasta el final, el que no puede ser pisado por nadie y sobre todo a ser ambicioso. A querer lo que nadie quiere, y a querer todo lo que me rodea. A quererme a mi mismo a pesar de no ser el mejor chico que conozcan los que me conocen. Pero sobre todo a ser tal y como soy, y al que no le gusta, que coja la puerta y salga de mi vida. Siempre he querido conseguir lo que apenas estaba en mis manos, pero eso me ayudaba a seguir soñando para ser un astronauta, otros querían ser futbolistas y otras profesoras, pero todos ellos seguían con sus sueños adelante. Muchos, no han tenido las limitaciones que en este caso, yo, he tenido. Ya sea a causa de los demás o por que han sabido darse cuenta a tiempo del peligro que había a su alrededor. Todos vivimos la aventura de elegir que querer ser de mayor, incluso todavía con 17 años te la puedes plantear. Yo lo hago. Y esto me ayuda a no dejarme llevar por los demás y saber controlar mi vida como yo quiera.
No hay comentarios :
Publicar un comentario