Personas de 5 estrellas.

No sé. ¿Lo entendéis? ¿Nunca habéis sentido una presión en el pecho? ¿Un constante miedo? Aunque te paras a pensarlo y el miedo te oprime. Y a la vez te arrepientes y así consigues volver a tener miedo entrando en un círculo vicioso que termina por agotarte. ''Vamos a hacerlo grande'' dijiste. Sigo esperando, sigo haciéndolo. Hace ya tiempo que ronda por mi cabeza la fórmula para conseguir hacerte feliz, aunque por otra parte no me preocupa demasiado. El tiempo todo lo cura o al menos eso dicen al igual que decían muchas otras cosas. Solo quiero algo por lo que perderlo todo y ganarlo y volver a perderlo y así hasta que no se pueda dar más porque llega el momento en el que te encuentras hasta el cuello de mierda. Ahora todo me preocupa. Me preocupa. Claro que me preocupa. Me preocupa que allí fuera no haya nadie que sepa aguantar mis malas caras, mis cambios de humor y mis rabietas de niño pequeño. Supongo que es un miedo que todo el mundo tiene, que todo el mundo sabe llevar pero sin embargo vuelvo a ser la excepción que confirma la regla. No sé llevar esto, la puta preocupación de llegar a ser feliz me revienta cada día, me revienta la cabeza. El poner mi listón ahí arriba acaba cansando y que irónico eh, que yo mismo sea el que poco a poco me autodestruya. En realidad pienso que tampoco pido tanto, pido que alguien me quite la coraza, tener planes y reglas, saltármelas. Esas cosas de las que antes me reía y pensaba que nunca necesitaría. Vuelve a ser irónico. Que alguien que siempre ha proclamado ser un chico independiente y que sabe reírse de sí mismo necesita de la compañía de alguien para no sentirse abandonado. Razón y corazón. Todo en uno. ¿Imposible?

No hay comentarios :

Publicar un comentario