Escribiendo desde lejos.

Creemos saber que nos pasa de todo. Aunque cuando volvemos a la realidad, todo para y se convierte en una verdadera monotonía. Ayer mismo empecé a estudiar y pensando en lo fácil que me resultaba fui dejandolo poco a poco, hasta que hoy me lamento por no haberlo hecho antes. Pensamos en pequeñas cosas y al final acaban multiplicandose por cien. Sin embargo, cien solo son los problemas que nos surgen cada día, y eso solo cuando nos levantamos. Alicia decía que todo lo que le rodeaba era un mundo maravilloso, aunque a la vez extraño. No se explicaba por qué los gatos se esfumaban, o los conejos tuvieran bolsillos en los que guardarse los relojes. A pesar de todo ella continuo su aventura hasta el final, pintando rosas blancas de color rojo e incluso jugando al cricket con flamencos y erizos. Hoy me considero como una Alicia en el páis de las maravillas. Cada día me creo más que estoy en ese mundo o incluso en ese en el que una princesa creo que perdía un zapato y un hada madrina le ayuda a seguir adelante. Puede sonar a fantasía pero es así. Un cuento que empieza con el típico "Erase una vez..." y que todavía sigue escribiendose capítulos. Unos mas amargos que otros. Unos en los que terminará bien, y otros que te dejarán con las ganas de seguir adelante. Muchas veces me he planteado en escribir un libro. Un libro que choque con las ideas que tienen los transeúntes sobre libro. Quiero que sea una historia de mis memorias, basada en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Podría ser un cuento genial, repleto de aventuras y experiencias, de las que la gente aprendería a ser feliz.

A golpes de ignorancia.

Miramos de frente a los problemas, pero lo único que encontramos son reflejos. Reflejos nuestros. Todos los reflejos de los espejos en los que nos hemos mirado. Observamos las criticas detenidamente, y valoramos si nos harán daño o no. Pero nos volvemos a encontrar. Queramos o no, todas las oportunidades que se nos presentan siempre acaban siendo pensamientos nuestros, que cremos con positividad o negatividad. Nosotros elegimos. A lo largo de la vida  nos toca elegir muchisimos caminos. Caminos que se ensanchan cada vez más, pero que nunca se separan. Y eso es lo importante. La esencia, y no la apriencia. Lo que es de verdad. Eso que tanto valoramos cuando nos cuentan el último cotilleo, o esa sonrisa que causamos cuando nos preocupamos. Creemos que todos somos libres de hacer lo que queramos, pero no es cierto. A veces tenemos limites que, de hecho, nos limitan (valga la redundancia). Aunque esos limites, podemos superarlos si ponemos nuestra fuerza en ello. Si somos capaces de crear sueños de la nada, ¿por qué no podemos ser capaces de decidir si algo nos va a salir bien o mal? Un ejemplo claro; no nos creemos capacitados para sacar buena nota en un examen, pero si vamos pensando que nos saldrá mal.... (ya sabeis la respuesta) saldrá mal. Todo lo tenemos tan cerca, pero a la vez tan lejos. Sin embargo, muchas veces, debemos bajar de las nubes y no creernos superheroes, puesto que no lo somos. Aunque la mayoría de los días lo pensemos. Hoy escribo desde un punto de vista mas realista, pero no significa que no lo vea de una manera subjetiva. Solo quiero que miremos el horizonte según lo miremos cada uno. Ya sea de color rosa, azul, verde o gris. Pero, una cosa más, solo recuerdo una calle llena de rosales con espinas en la que me tuve que abrir camino para hacerme un hueco entre los demás.

El fin, es solo el comienzo.

Hay muchos tipos de viaje, tanto de ida, de vuelta... pero las millones de mariposas que recorren nuestro estómago cuando nos vemos lejos de los que nos quieren, hace que derramemos lágrimas amargas por la felicidad que nos causa creer en que algún día nos volveremos a ver. Muchos esperan con ansia el día en el que por fin, nos demos el abrazo final. El abrazo que hace detener el tiempo. Pero, desafortunadamente, nuestros billetes suelen ser de ida y vuelta, y esto provoca que tengamos que volver a salir. He estado recordando los momentos mas bonitos de mi vida, pero también en algunos malos. Sé que en algún momento tendré que decirle adiós a mi madre porque empezaré la universidad, tendré que despedirme de mi padre y de todos esos consejos que una vez me dio. Lloraré muchísimo, lo mismo e incluso más que cuando me despedí de mis amigos tanto de bachiller, como de los de toda la vida. Puede que de algunos este mas cerca que de otros, pero no voy a proponerme olvidar a ninguno. Quiero que sepan que les echaré de menos con cualquier tontería que me pase, y entre todos intentaré preocuparme tanto o más de lo que lo he hecho hasta ahora. "Todavía queda tiempo" pensarán. Yo también lo pensaba, y ahora no paro de añorar a quién me hacía reír con solo preguntarme que tal haciendo mis deberes. Que no es lo mismo dejar de ver a unos amigos que veías 8h al día a verlas a penas 4 horas a la semana. No me puedo quejar, porque yo les apoyé en la decisión de cumplir sus sueños. Ellas son felices ahora y sé que por mucho que intenten esconderlo, muchas noches se han quedado pensando en que son felices ahora, aunque estemos un poco más lejos de lo que antes estábamos. ¿Sinceramente? Me da igual. Les quiero tanto como antes o incluso más porque veo lo que me importan de verdad. Y mi madre... bueno... A ella le echaré de menos de cualquier forma. Incluso cuando me deja solo en casa una hora porque se va a comprar pienso en ella. Hace poco descubrí que mi madre de pequeño era mi heroína, sé que ahora también lo es.

Cheshire

Jamás podría haber pensado que un secreto así podría causar tanto revuelo. Todos pensando que sería lo mejor, pero en realidad, el sueño en el que vivía se ha convertido en una pesadilla. Da igual por el camino que vayas si no sabes a dónde vas. Nos muestran cariño, se quedan contigo y luego te destrozan la vida tocando el botón que mas duele. A menudo lo único que quieren es protegernos pero por eso las palabras que escondes se llaman secretos. Para proteger a tus compañeros de la cruda realidad. Una realidad alternativa que te ayuda muchas veces a desconectar de lo que nos gritan cuando estamos sordos. "Estaremos aquí para ti, siempre." Me río del típico 'para siempre'. Solo hace daño cuando se dice, porque en el momento que algo de semejante envergadura sale de tus labios, estas creando la ilusión. Un cambio en la percepción de a quién va dirigido, haciendoles creer a la gente que todo irá bien, pero no es así. Es una frase hecha, una frase de escape que tenemos los humanos para cambiar nuestra forma de pensar y cuando estamos confusos herirnos de gravedad. A ellos les da igual, puesto que se se esfuman cual gato de Cheshire a un mundo lleno de maravillas al que solo los inocentes pueden llegar. Un día llegaré, lo sé. Pero será gracias a que me habré convertido en alguien loco, majareta y chiflado. Apareceré de la nada y todos aquellos que un día me causaron daño en mi interior se quedarán boquiabiertos cuando encuentren a alguien que una vez fue inocente, ver a un hombre con un armadura reluciente forjada con los mejores sentimientos que mis amigos me hacen sentir. Creerán que seré el mismo chico inocente, que se creía todo y que nunca ha hecho daño a una mosca, pero se enterarán de la peor manera posible que las personas, si cambian, es a peor. Sé que me arrepentiré de causar mal a quién una vez, me lo hizo a mi, pero no quiero convertirme en esos tíos que se esconden en las sombras de los callejones por tener miedo a lo que le pueda pasar.

We rock.

Hace mucho que no escribía y dejaba a mi imaginación suelta. Muchas veces tengo que atarla bien fuerte para que no pueda tomar el control y hacer de mi vida un mundo lleno de alegría y felicidad. Pero, un momento...eso es bueno, ¿no? No todos somos capaces de controlar las emociones o mejor dicho, canalizarlas. Gracias a esto podemos conocer el verdadero sentimiento de lo que nos puede hacer daño y lo que no. Nos hace mas fuertes y mucho menos influenciables a lo que los demás puedan hacernos. Dudo que los demás sean capaces de vivir para arruinar la vida de alguien en particular, y mucho menos hacerlo de una manera consciente. Nadie debe pensar primero en los demás, aunque suene muy egoísta. Todos necesitamos nuestro amor propio para aprender a querernos tal y como somos. Merecemos una vida llena de felicidad producida tanto por nosotros, como por los demás. Hay gente que necesita llenar su espacio con otras personas, otros, solo con hablar con la indicada les sirve, y otro muchos (la mayoría) no sabe darse cuenta de lo que tiene delante y trata de joder la vida a todo aquel que le molesta y no piensa como ella. No trato de convencer a nadie de como tiene que estar con sus amigos, o qué contarle a tu familia. Pero si trato de que la gente se quite la benda de los ojos, esa que por su culpa no sabemos diferenciar de lo bueno lo mejor, y de lo malo... bueno, de lo malo saber olvidarlo. Muchas veces he dicho que el pasado forma parte de nosotros, pero hay que saber firmar en el libro de visitas de otros y a veces utilizar el tipex y borrarte para siempre.