Lo que aprendo de los demás.

He aprendido en poco tiempo a saber lo que es bueno y lo que es malo. A saber diferenciar entre sueños y realidad, pero sobre todo he aprendido a diferenciar entre amigos y compañeros. Para muchos dos palabras que nunca van juntas, para mí, ahora son dos que van enlazadas. Amigos son aquellos que te hacen reír, que te vacilan a mas no poder y que les gusta verte enfadado porque les hace gracia. Una aventura nueva ha empezado en el momento que conoces a gente que, a simple vista, pensabas que conocías, pero si miras atrás antes no tenías idea de lo que eran. Eran personas desconocidas que temías por miedo a que te rechazaran, a que te hicieran el vacío... Hoy sé que no es así. He aprendido de gente que valora una amistad de 8 por encima de todo. Grupos de chicos que salen de habitaciones contiguas bebiendo y fumando, pero a pesar de ello, te ríes con ellos para caerles lo mejor que puedes. Bailas con todos ellos a la vez, te sacas fotos, pero lo que queda para siempre, son los pequeños detalles, los mas "tontos". Esos detalles que hacen únicos a todos los que has conocido como una americana bien puesta antes de salir, una bañera repleta de ya no conocidos, sino amigos y una habitación repleta de comida, botellas de agua y cremas hidratantes. Son las grandes cosas las que están enfrascadas en botes pequeños que, al romperlos te hacen sentir una sensación de satisfacción que jamás podrías sentirlo con cualquier persona.
En pocos días he aprendido dos cosas: que las amistades que menos considerabas, son las que más marcan y que los compañeros, se pueden acabar convirtiendo en grandes amigos que te hagan reír hasta dolerte la mandíbula. Hoy brindo por todos aquellos que empezaron conmigo un 7 de septiembre y hoy son los mas grandes.

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