Dile al sol.

Actuar. Escenario. Cine. Cámara. Pasión. Emoción. Son palabras que a la mayoría de nosotros por activa o por pasiva nos transmiten algo. Nos transmiten ciertos sentimientos, ciertos recuerdos o algunas experiencias. Es gratificante e increíble como pueden unirnos por un fino hilo de color rojo invisible a aquellos que no aprecian la belleza del actuar, de ver el mundo a través de un objetivo o de unas pequeñas notas musicales. Puede que la vulgaridad de la calle provoque en estas pocas palabras un sentimiento negativo y reacio a todos nosotros, los artistas. Porque muchos me preguntan: ¿Por qué haces artes?¡Te morirás de hambre! A lo que yo, simplemente les contesto: Hago artes, porque si no me muero. No encuentro apenas palabras que describan lo feliz que me hace ver lágrimas tanto de tristeza como de felicidad. Eso, señoras y señores, es gracias a nosotros. He tenido que hacer frente a todos los obstáculos que se me han presentado, a todas las personas que nunca (ni siquiera a día de hoy) creyeron en mí. Pero como todo, esto tuvo algo bueno; me hizo fuerte y luchador. No me imagino como podría llegar a ser ahora sin haber llorado todo lo que he llorado, sin haberme confundido tanto como lo he hecho. ¿Que tengo miedo? Por su puesto que sí. Pero es lo normal ¿no? Necesitamos el miedo para saber qué es lo que no nos permite seguir adelante. No se si por desgracia o por suerte, tengo mucho miedo. Miedo de no hacerlo bien, de no dar la talla, de no saber enfrentarme a una ingente cantidad de personas sentadas en butacas color carmesí que me miran y esperan algo de mí. No obstante, he aprendido algo nuevo. He aprendido a sacrificar una ínfima y pequeña parte de mí para poder sonreír con fuerza a pesar de no ser todo lo feliz posible. No será la primera vez. Pero os diré una cosa, muy pocas veces alguien me ha hecho olvidar todo lo que hoy puedo decir que dejé atrás. Actuar. Escenario. Cine. Cámara. Pasión. Emoción. Ahora puedo empezar a contar desde cero.